La modalidad del curso será un elemento fundamental que determinará el éxito o fracaso de una acción formativa, dependiendo del perfil del alumno, su destreza en el manejo de las TIC y su pretensión profesional.
Presencial:
La más aconsejable para el aprendizaje de áreas relacionadas con la atención directa de personas en situación de dependencia. Imprescindible para mejorar habilidades. En la formación presencial se da un contacto directo entre profesor y alumno. Es, por tanto, la más interactiva; también es verdad, que tiene una clara limitación geográfica y horaria, y el ritmo de trabajo lo impone el profesor.
Presencial con evento:
Se utiliza el evento como plataforma de desarrollo social y de puesta en práctica de habilidades.
Blended learning:
Combinación de las tecnologías de uso presencial a modo de talleres y la no presencial (plataforma online) con objeto de optimizar el proceso de aprendizaje.
E-learning:
Permite realizar acciones formativas a través de Internet, sin limitaciones de horarios ni lugar de impartición y con el apoyo continuo de profesionales que tutorizan el proceso. Los tutores y las personas usuarias están interactuando con el portal mediante una conexión a Internet. La acción formativa puede realizarse en cualquier localización o punto geográfico y en directo o en diferido, previa descarga on-line del contenido formativo.
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